
¡Cuidado! Estos alimentos podrían estar inflamándote
La inflamación es una respuesta natural del organismo ante lesiones o infecciones, y es que quién no ha notado que ciertos alimentos lo ocasionan y que por más deliciosos que sean, es imposible, en primer lugar, limitarlos, y en segundo, no sufrir las consecuencias de consumirlos.
En algunas ocasiones estos alimentos llegan a inflamar de manera temporal, pero cuando se vuelve crónica, puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades.
Por esa razón es importante reconocer cuáles son y tratar de limitar su consumo (por su propio bien). Esta es la lista según especialistas.
1. Azúcares añadidos y carbohidratos refinados
El exceso de azúcar y los carbohidratos refinados elevan los niveles de glucosa en sangre, lo que puede provocar resistencia a la insulina y promover un estado inflamatorio en el cuerpo.
Entre estos alimentos destacan las mermeladas, jugos, gaseosas, golosinas, bollería, galletas, chocolates, pan blanco, pasta y arroz blanco.
Aquí no se trata solo de dejarlos y ya, sino de buscar alternativas. Por ejemplo, optar por endulzantes naturales como la miel en moderación, consumir frutas frescas y elegir carbohidratos integrales como arroz integral, quinoa y pan de grano entero.

2. Grasas saturadas y trans
Estas grasas pueden aumentar los niveles de colesterol “malo” (LDL) y fomentar la inflamación crónica, además de estar relacionadas con enfermedades cardiovasculares.
La comida rápida como la pizza, las patatas fritas y snacks salados se incluyen en esta categoría, al igual que las margarinas.
Lo mejor será preferir aceites saludables como el de oliva extra virgen, aguacate y frutos secos en moderación. Sobre la comida rápida, limitar su consumo.

3. Alimentos ultraprocesados
La combinación de azúcares y grasas en los alimentos procesados puede provocar inflamación, afectar el metabolismo y aumentar el riesgo de obesidad.
Se trata de los caramelos, el chicle o goma de mascar, las bebidas carbonatadas, gaseosas o fermentadas.
En este caso hay que priorizar opciones naturales como infusiones, agua con frutas y postres caseros con ingredientes saludables. El cambio será evidente.
4. Bebidas alcohólicas
Una cerveza fría el fin de semana no es nada del otro mundo, sin embargo, hay quienes sufren al ingerirla, por mucho que les guste.
Y es que el consumo excesivo de alcohol puede irritar el tracto digestivo, dañar el hígado y aumentar la inflamación sistémica.
Por ello se recomienda que la ingesta de alcohol sea moderada y optar por bebidas con bajo contenido alcohólico como el vino tinto en moderación. Incluso se podría probar la cerveza baja en calorías.
Fuera de estas categorías, hay alimentos que pueden generar inflamación o molestias digestivas dependiendo de la tolerancia individual.
¿Cómo cuidarse sin eliminarlos?
Hay personas que lo notan al consumir frijoles, arvejas, lentejas, repollo, cebolla, brócoli, coliflor, alimentos integrales, hongos y algunas frutas.
Lo importante en estos casos es introducirlos de forma gradual y observa la respuesta del organismo.
También ocurre esto con los alimentos ricos en gluten, como pan, pasta, cereales y otros productos derivados del trigo.
Hay que optar por opciones sin gluten como arroz, quinoa y harinas de almendras o coco.
Así, para contrarrestar los efectos de estos alimentos, se recomienda seguir una dieta antiinflamatoria, rica en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras.
De igual forma limitar el consumo de carne roja, bebidas azucaradas, sal y alimentos procesados, pues adoptar hábitos alimenticios saludables es clave para reducir la inflamación y mejorar el bienestar general.