Cierre. Los manifestantes bloquearon el paso de vehículos en la de 20 de Noviembre, para hacer presión con sus demandas.
Con una manifestación y cierre de calles en el Centro Histórico de Durango, familias fundadoras del Parque Industrial Ladrillero (PIL) denunciaron abandono y malas condiciones de salud por drenajes tapados, por lo que exigieron respuesta a la autoridad municipal.
Los manifestantes, que pertenecen a Ladrilleros Unidos de Durango y al Frente Zapatista, argumentan que hay abandono a las familias que se encuentran ahí y a la infraestructura del lugar que ahora se está convirtiendo en un foco de infección.
Son al menos unas 150 familias las que se encuentran viviendo en el PIL; algunas llegaron desde hace 22 años como fundadores.
Aceptaron salirse de la ciudad de colonias como Valle del Guadiana y Arroyo Seco para reubicarse con su actividad para elaborar ladrillos con la promesa de que se iba a mejorar su vida.
A la fecha, indican que no ven ninguna mejoría por las condiciones en que se encuentran y porque no han tenido buenas ventas.
Otra petición es la certeza jurídica de los terrenos, ya que consideran que se pretende hacer una irregularidad, al grado de que han derribado algunos obradores.
Una persona que no es ladrillero asegura que compró 15 hectáreas para convertirlas en tierras de riego, pero es algo que no consultaron con las personas que se encuentran viviendo y trabajando en esa zona.
Señalan un problema grave por la contaminación y aguas negras que salen por los registros de las casas, para lo que requieren un cárcamo.
Los drenajes tapados ya habían sido reportados. Ahora esperan que se les ayude a mejorar la situación de salud y que se les facilite tramitar las escrituras de sus espacios.
PIL NO ES PARA VIVIR
La necesidad de un cárcamo en el lugar es algo que ya se había planteado por parte de los habitantes a las autoridades municipales y de lo que sí tienen conocimiento.
Gerardo Solís Núñez, subsecretario de Atención y Participación Ciudadana, comentó sobre el tema que se han tenido reuniones con las familias que se encuentran en el PIL, pero lo harán nuevamente para llegar a acuerdos.
En el caso de los terrenos, dijo que son prestados para que sigan su actividad económica, pero no están adaptados para viviendas.
"No es vivienda, se hizo para trabajar", expresó.
Está el compromiso de apoyarlos con 135 mil pesos para el cárcamo porque no pueden estar en la mancha urbana. Las ladrilleras, se recalcó, deben estar a tres kilómetros de la ciudad.