Barda. Falta una parte de construcción de la pared, que es parte de lo que se está exigiendo, además de que se reconozcan las pérdidas económicas que se generaron en el lugar.
Daños provocados por el derribo de una barda a una pequeña tortillería en el Barrio de Tierra Blanca, han generado que el negocio ya golpeado desde la pandemia no se pueda recuperar.
El propietario de la tortillería Los Tres Amigos, don Otón Martínez Flores, es muy conocido en el barrio y muy querido por los vecinos, quienes lo están apoyando para que su caso tenga justicia y se le paguen los daños provocados. Fue en abril de 2024, un día después del eclipse total solar, cuando se realizó un derribo irregular en la propiedad que se encuentra al lado de la tortillería; eso hizo que la pared del negocio se viniera abajo.
En ese momento don Otón y su nieta se encontraban en el lugar pero afortunadamente lograron resguardarse ilesos; sin embargo, sí hubo pérdidas económicas para el negocio, que se han incrementado a la fecha. Esa parte quedó al aire, con infraestructura y mobiliario dañado por lo que fue necesario cerrar por unos días, igual mientras se hacía la limpieza del lugar.
La tortillería Tres Amigos comenzó sus actividades como tal desde 1970; anteriormente era un molino, negocio familiar que inició en 1940.
CONFIÓ EN LA PALABRA
En ese momento don Otón no interpuso ninguna denuncia contra los responsables pues confió en ellos y en su palabra, de que le iban a levantar la barda completa, así como a pagar lo correspondiente a la afectación.
"Me prometieron que me iban a pagar y reparar los daños, habíamos quedado de acuerdo en que se iba a construir el muro hasta arriba y pagar lo que causó la caída de la barda, pero pasan los días y nada", comentó don Otón para El Siglo de Durango.
Aquel día del derrumbe, recuerda, "el albañil les gritó a los trabajadores que se salieran porque se iba a caer el muro. Al oír eso, yo agarré a mi nieta y salimos para afuera. Apenas alcanzamos a salir pero la puerta nos aventó junto con los adobes, nos golpeó un poco pero sí salimos, pero cayó todo encima de la maquinaria".
El incidente incrementó la disminución de ventas que ya se estaba registrando desde la pandemia, por lo que se perdieron clientes.
A pesar de la afectación, solo pide que se le pague lo justo, que considera que son 50 mil pesos y que se le complete la barda.
VECINOS
Los vecinos que tienen años viviendo en Tierra Blanca, tanto en la calle Matamoros como otras aledañas y que conocen a don Otón, también se encuentran inconformes. Señalan que el accidente de la barda fue por negligencia; incluso, han acudido a diferentes dependencias para tratar de apoyarlo pues no les parece justo lo que le está ocurriendo.
Lo consideran un buen vecino, trabajador y buena persona que, de acuerdo con sus posibilidades, trata de ayudar a los demás."Aquí todos nos conocemos y ayudamos, es una injusticia lo que está ocurriendo y los culpables no quieren pagar, es un abuso", expresó Juan Gurrola Arredondo.
Otros vecinos como José Luis Bernadac Segovia y Armando Montelongo solo tienen buenos comentarios de su vecino de la tortillería; además, indicaron que el derribo de la propiedad se hizo sin ningún permiso de la autoridad.
PERMISOS
En la propiedad vecina y marcada con el número 122 de calle Matamoros se está realizando una obra que cuenta con los permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Gobierno Municipal. Tienen las placas que así lo indican.
Se informó por parte del INAH que en ese domicilio sí hubo una demolición sin autorización porque se trata de un monumento histórico, pero ahora el permiso que tienen es para que se reconstruya lo que tiraron, es decir, el monumento o lo que se encontraba ahí en su forma original.
Respecto del tema de la barda, se aclaró que la dependencia no tiene que ver, porque eso es un conflicto entre particulares.