Durango tendrá una nueva Casa Hogar; ahora falta atender las causas
Hace tiempo que la Casa Hogar de Durango resultó insuficiente para la magnitud de niñas, niños y adolescentes que son recogidos por la autoridad por la incapacidad de sus familias para garantizarles un entorno idóneo para su desarrollo.
La Casa Hogar de Durango es una instancia del DIF Estatal que acoge a infantes que han sufrido diferente tipo de violencia en el que debería ser su entorno más seguro, y su círculo familiar no ha reunido las condiciones para tomar su responsabilidad. A lo largo de los últimos dos años ha albergado a entre 80 y hasta 160 niñas, niños y adolescentes a quienes se les dota de albergue, alimentación, cama, ropa, educación, servicios de salud y actividades que les permitan sentirse queridos.
Sin embargo, el recinto ha sido rebasado en su capacidad dada la magnitud de infantes que ha llegado por diversas causas y de distintos orígenes. Haciendo necesario un nuevo espacio que resulte digno y suficiente para realicen sus actividades que forman parte de su formación, como las tareas escolares, preparación de alimentos, esparcimiento, limpieza, entre otras.
Hace unos meses se presentó una solicitud por parte del Gobierno del Estado para donar al DIF Estatal un predio en el que pueda construir una Casa Hogar. La iniciativa fue turnada a la Comisión de Gobernación y el dictamen fue aprobado por el Pleno del Congreso del Estado, autorizándose así el procedimiento.
Para la nueva Casa Hogar, el DIF Estatal tendrá a su disposición y a superficie de casi 39 mil metros cuadrados, ubicada en la misma zona en la que se encuentra el actual inmueble y cuyo proyecto permitirá integrar la Ciudad del Anciano, el Centro de Formación y Desarrollo para la Familia Oriente, el centro Mi Casa para adolescentes y la unidad deportiva aledaña.
Este proyecto permitirá atender la problemática de niñas, niños y adolescentes que son víctimas de omisión de cuidados, violencia y abandono como factores que representan las causas originales del problema. Y es que en un mundo donde la información parece fluir sin cesar, es alarmante constatar que la educación sexual sigue siendo un tema tabú en muchas familias y comunidades. Los datos no mienten: en 2023, se registraron más de mil embarazos adolescentes en Durango.
Esta cifra no solo es preocupante, sino que también nos obliga a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como sociedad para proteger y educar a nuestros jóvenes.
La educación sexual no es solo una cuestión de salud pública, sino también de derechos humanos. Los adolescentes tienen derecho a acceder a información precisa y oportuna sobre su salud reproductiva y sexual. Sin embargo, muchos padres y madres de familia se sienten incómodos o inexpertos para abordar este tema con sus hijos.
Pero la educación sexual no es el único desafío que enfrentamos, tomando en cuenta que durante el 2024 se denunciaron en promedio 14 casos de violencia familiar al día. Delito en el que van involucrados otros aspectos como las adiciones y los problemas económicos que afectan a las familias duranguenses.
Todo esto, aunado a un factor creciente como fenómeno mundial en los últimos años y que se acentuó a partir de la pandemia, que mediante los padecimientos de salud mental.
La adopción es una opción que puede brindar un hogar seguro y estable a estos niños y adolescentes. Sin embargo, el proceso de adopción puede ser largo y complejo, lo que puede disminuir las posibilidades de que estos niños encuentren un hogar permanente.
En términos generales, la educación sexual, la prevención de la violencia familiar y la adopción son dos temas que requieren de especial atención y acción, cambiando nuestra forma de abordar estos temas y priorizando el bienestar y la seguridad de nuestros jóvenes y niños vulnerables.