
El daño ya está hecho
La libramos, pero no del todo. Se llegó el llamado Liberation Day de Trump, día en el que se cambiaron las reglas comerciales de los últimos años a favor de un proteccionismo absurdo. Jornada en la que el presidente norteamericano aplicó aranceles recíprocos a 185 países, entre los cuales no se encuentran ni México, ni Canadá. Sin embargo, esto no implica que salgamos librados del todo. Se mantiene el 25% de tarifa al aluminio y al acero, así como el impuesto automotriz en donde México deberá de comprobar cuantas piezas o autopartes de cada vehículo traen piezas norteamericanas para no pagar arancel.
A esto hay que agregar a las exportaciones que no cumplan con las reglas de origen del T-MEC, sí se les cobrará un arancel del 12%. Se estima que cerca de un 50% de las exportaciones a Estados Unidos están fuera del T-MEC, básicamente por la facilidad de exportar al vecino país del norte por la modalidad de Nación Más Favorecida, dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que brinda la facilidad de solo pagar un 2.5% de arancel al entrar a Estados Unidos. La Secretaría de Economía estima que de ese universo de productos, más de la mitad sí podrán entrar bajo las reglas de origen del Tratado y no pagar arancel, pero entre tanto cumplen con la regla de origen del T-MEC podrían pagar el 12% de arancel. Por lo que respecta al arancel del 25% al acero y aluminio hay que agregar que también se aplicará a las latas y latas de cerveza, lo que golpeará al agroalimento más exportado de México. Según datos de NielsenIQ analizados por la firma consultora Bump Williams, en 2024 la cerveza más vendida en Estados Unidos fue la mexicana Modelo Especial, lo que generará molestias entre los cheleros norteamericanos que verán incrementar el precio del producto mexicano. Es verdad, pudo haber sido peor para México si Estados Unidos le aplicara el arancel recíproco, pero aun así, la fragilidad económica de nuestro país, aunado a la incertidumbre que trae consigo la reforma al poder judicial y la constante sombra de Trump y sus ocurrencias arancelarias siguen golpeando a nuestro país para pausar o ahuyentar inversión extranjera directa.
Muestra de ello ha sido, por un lado, la decisión que tomó Hyundai para invertir, pero en Estados Unidos, 20,000 MDD entre 2025 y 2026. La compañía de origen surcoreano tiene una planta de vehículos KIA en Nuevo León y otra de ensamblaje de camiones en Querétaro. Otra es la suspensión de operaciones en dos plantas que tienen en nuestro país, una en Saltillo y otra en Toluca, la compañía automotriz Stellantis. De igual forma, la empresa de capital suizo de productos químicos especializados, Clariant, anunció que trasladará parte de su producción de absorbentes de su planta de Puebla a otra que tienen en Florida para evitar los efectos de los aranceles de Trump. En La Laguna se empezaron a paralizar ya algunas operaciones de exportación que se estaban dando a Estados Unidos. A decir del presidente de CANACINTRA Torreón, Pablo García, "Los nuevos aranceles ya están repercutiendo porque ya se están paralizando las operaciones, ya los clientes de los Estados Unidos, están cancelando pedidos y esa para nada es una buena noticia", señaló en entrevista, Dijo además que se están empezando a cancelar turnos de operación en plantas de la región. El triunfo que se adjudica el gobierno de México por evitar aranceles recíprocos es relativo. Tendrán que trabajar arduamente para evitar que el factor Trump siga incidiendo de manera negativa en la economía doméstica.
Ladoscuro73@yahoo.com.mx