Uso. Algunas personas continúan con el uso de cubrebocas en la temporada invernal como medida de prevención.
Con los constantes cambios de temperatura en la capital, donde en un mismo día se puede pasar de calor a frío extremo, es común que muchas personas caigan en resfriados o gripes.
En este contexto, ha comenzado a debatirse si es necesario retomar el uso del cubrebocas, especialmente ante condiciones como los fuertes vientos, que podrían facilitar la propagación de enfermedades respiratorias.
Además, las noticias sobre una nueva variante de COVID-19 han incrementado las dudas y generado preocupación entre la población.
¿Volver al cubrebocas?
Sin embargo, antes de la pandemia, ya existía la costumbre en algunas personas de usar cubrebocas al presentar un resfriado común, principalmente para evitar contagiar a otros. Este hábito se ha mantenido en ciertos sectores como una medida preventiva.
Hoy en día, los expertos coinciden en que no es necesario volver al uso generalizado del cubrebocas aunque destacan que puede ser una herramienta útil en situaciones específicas.
Y aunque el frío y el viento no aumentan directamente el riesgo de contraer enfermedades respiratorias, los virus como el de la gripe, el resfriado y el COVID-19 se propagan más fácilmente en espacios cerrados y mal ventilados, típicos de la temporada invernal.
Por ello, los especialistas recomiendan usar cubrebocas si se presentan síntomas como tos, estornudos o congestión nasal.
También lo recomiendan en lugares cerrados donde haya personas vulnerables, como adultos mayores o personas con enfermedades crónicas, así como en el transporte público o espacios concurridos con poca ventilación.
Si bien no es imprescindible utilizar el cubrebocas de forma rutinaria, hacerlo de manera responsable, especialmente cuando se tienen síntomas, es una manera efectiva de proteger a los demás.