
Hospital del Niño: ¿obra pública o bandera electoral?
La política tiene sus tiempos y sus formas, aunque regularmente quienes la ejercen no respetan estos principios. En Durango, la reciente sesión de Cabildo frustrada por la ausencia de los regidores de Morena, PT y Movimiento Ciudadano es una muestra clara de cómo los intereses electorales ya están dictando la agenda pública toda vez que las campañas no han comenzado aún.
Mientras regidores de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional señalan la falta de compromiso por parte de sus homólogos contrarios, la oposición justifica su ausencia al no prestarse a una situación que puede ser interpretada como una simulación, como una artificiosa sesión de Cabildo y un acto de campaña irregular.
La sede, el nuevo Hospital del Niño, fue el punto de discordia. No se trataba de una sesión abierta que regularmente se realiza en distintos asentamientos cada determinado tiempo, sino de una reunión convocada sin justificación aparente en una obra que ha sido emblema de la actual administración de Toño Ochoa, quien coincidentemente va por la reelección. ¿Casualidad? Difícilmente.
Y es que la obra en cuestión no solo es relevante en términos de infraestructura y salud pública, lo que dicho sea de paso puede ser reconocida socialmente; no obstante, se perfila también como un símbolo clave en el discurso de campaña. La administración municipal necesita exhibir logros, y qué mejor manera de hacerlo que utilizando un hospital infantil como estandarte electoral, más si se busca la reelección.
El alcalde Toño Ochoa, para principios de abril o quizás unos días antes, estaría solicitando licencia para enfilarse de lleno hacia la campaña. Ha sido cuidadoso de no entrar en polémicas con la oposición. Por su parte, la postura del bloque opositor evidentemente cae también en una maniobra político-electoral, pues la lectura y los tiempos así lo hacen percibir.
El PRI y el PAN buscan sanciones para los regidores faltistas, argumentando que la ciudadanía les paga para asistir. Sin embargo, la verdadera pregunta es: ¿qué tanto se debe a la ciudadanía y qué tanto a los cálculos políticos? La obra del Hospital del Niño es sin duda importante, pero también es un activo estratégico para la reelección de Toño Ochoa, por donde se le quiera ver.
Al término de cuentas, el desaguisado nos deja la reflexión sobre un escenario previsible que estamos por ver en las elecciones municipales, donde la confrontación seguirá marcando la pauta en el Cabildo capitalino y en la propia contienda electoral. Más que propuestas y debates sobre el bienestar ciudadano, veremos estrategias, boicots y discursos diseñados para la campaña. Porque, al final, todo es política.
EN LA BALANZA.- Francisco Franco asume la candidatura a la alcaldía de Durango por Movimiento Ciudadano con un discurso de resistencia, ante lo que él describe como un escenario adverso. En un mensaje enviado a sus allegados señala que no solo enfrentará a los candidatos del PRI-PAN, sino a la maquinaria gubernamental que, según denuncia, usará recursos públicos para perpetuarse en el poder. El reto para él será trascender de la narrativa de la víctima a construir una propuesta sólida que realmente conecte con el electorado. En un panorama de estructuras consolidadas, la cuestión es si "Pancho" logrará ser más que un candidato testimonial.
CERROS SECOS Y PELONES... Litigantes en la Comarca Lagunera advierten que la elección del Poder Judicial en Durango tiene una alta probabilidad de nulidad. El gremio de aquella región ha sido desde siempre relegado para todo espacio dentro del PJED, y hoy nuevamente hace manifiesta su inconformidad poniendo en entredicho la elección ante serias deficiencias señaladas por el Colegio de Abogados de La Laguna, como la falta de equidad, paridad de género y representación regional poniendo en duda la legitimidad del proceso.
X: @Vic_Montenegro