Lector por encargo
Tengo un colega al que le va relativamente bien; en nuestro gremio, eso significa que le publican libros pero no vive de ellos. Para mantenerse a flote inventó un original empleo de supervivencia. Me autorizó a revelarlo a condición de que lo llamara Franz en homenaje a su autor favorito.
Mi amigo conoce las contradicciones de nuestra época: "Todos hablan maravillas de la lectura pero nadie la practica", me dijo al primer mezcal: "Los padres quieren que sus hijos lean sin que ellos quieran imitarlos; en los concursos de belleza, las misses quedan bien diciendo que su hobby es la lectura; los políticos contratan asesores que incluyan citas en sus discursos, y los guionistas de Hollywood escriben historias en las que una chica guapísima dice el primer verso de un poema de Eliot y de inmediato su pretendiente dice el segundo", comentó. Al cuarto mezcal llegó a decir: "¡La gente atractiva no recita poemas para ligar!".