Ligeros cambios a 100 días de Claudia

Amás de cien días de iniciado el gobierno de Claudia Sheinbaum se han registrado varios cambios en relación a la pasada administración, algunos de ellos positivos y otros no tanto, pero al final de cuentas diferencias dignas de tomarse en cuenta.

El primer cambio relevante es la ausencia de Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos hemos descansado de las tediosas mañaneras del ex presidente dedicadas a pontificar su movimiento y a denigrar políticos, empresarios, periodistas y líderes extranjeros que no comulgaban con sus ideas.

Es cierto las mañaneras continúan con la presidenta Sheinbaum, sin embargo el contenido de las mismas es muy distinto a las anteriores. Como diría el propio AMLO "es el tonito" lo que molestaba a muchos mexicanos.

En segundo lugar se ha modificado paulatinamente el estilo de gobernar, Claudia sale con más frecuencia de Palacio Nacional e intenta acercarse a los diversos sectores del país.

La reciente reunión en el Museo Nacional de Antropología con dirigentes del sector privado y empresarios para lanzar el Plan México evidencia una nueva y necesaria apertura que será positiva para impulsar las inversiones en nuestro país.

Un tercer punto es la seguridad nacional, estamos muy lejos de recuperar el control de México por parte del gobierno y la sociedad, la violencia sigue presente en muchas regiones de la República, pero existe una mejor estrategia y la decisión de combatir al crimen organizado por parte de las autoridades.

La amenaza del futuro presidente Donald Trump de perseguir a los carteles mexicanos ha presionado al gobierno de Sheinbaum, sin embargo desde su arribo al poder anunció una nueva estrategia y desechó la anterior de "abrazos y no balazos" que simplemente no funcionó.

Un cuarto aspecto clave es la manera profesional y prudente de afrontar los problemas del país por parte de la nueva presidenta. A diferencia de las ocurrencias y las respuestas impulsivas de AMLO, Claudia Sheinbaum muestra ecuanimidad y talento a la hora de tomar decisiones, lo demostró con los ataques de Trump contra nuestro país.

En quinto lugar, hay que reconocer que se percibe una mejor organización y capacidad de respuesta por parte de la nueva administración, a pesar de su reducida experiencia como funcionaria, la presidenta parece tener más aplomo a la hora de analizar los problemas y tomar decisiones.

Pero también se pueden contabilizar puntos críticos y negativos a lo largo de estos primeros cien días de gobierno.

El primero, sin duda, es la cerrazón de Sheinbaum para revisar y modificar planes y acciones del pasado gobierno.

Las reformas propuestas por López Obrador desde febrero del 2024 se han respetado y apoyado tal como si fueran la biblia de Morena y la Cuarta Transformación.

Claudia no metió las manos en ninguna y menos en la controvertida reforma judicial donde se esperaba que la presidenta entrante tejería fino para aminorar los efectos negativos que acarrearán los cambios drásticos e irreflexivos en las filas de las instituciones y los profesionales que operan la justicia en México.

La reiterada lealtad y evidente sumisión de Sheinbaum hacia su antecesor es otro aspecto que preocupa y que ha decepcionado a un buen número de mexicanos.

Nadie desea que Claudia se pelee con AMLO ni que lo expulse del país, sabemos de su compromiso y de su gratitud porque fue él quien la llevó al poder, pero los mexicanos esperaban un borrón y cuenta nueva, es decir que la presidente tomara las riendas y definiera claramente quien tiene el mando en esta nación.

El poder, dicen los expertos, no se comparte y en este caso pareciera que López Obrador mantiene autoridad sobre Sheinbaum lo que resulta muy peligroso para México. De ser cierta tal presunción, la autoridad de la presidenta podría ser rebasada por los incondicionales de AMLO que por cierto son demasiados y muy aguerridos.

En suma, el país avanza con altibajos, pero ahora en medio de un clima social y político ligeramente más positivo y lejos de la división y el enrarecimiento que durante seis años fomentó el señor López Obrador.

NOTICIAS, NOTICIAS…

A solo cinco días de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca le tenemos una noticia: no veremos a corto plazo los desastres que dicen que este personaje traerá a México y a los migrantes, habrá cambios y algunas acciones incómodas, pero tarde o temprano ambos gobiernos tendrán que llegar a acuerdos que a la larga beneficiarán a ambos países, tiempo al tiempo.

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