Editoriales

OPINIÓN

Los retos de la seguridad hídrica en nuestro tiempo

Y el medio ambiente... ¿qué?

Los retos de la seguridad hídrica  en nuestro tiempo

Los retos de la seguridad hídrica en nuestro tiempo

JORGE ARMANDO NEVÁREZ MONTELONGO

Conseguir la seguridad hídrica en este tiempo nuestro es uno de los principales retos que desafían el desarrollo humano integral. Con la insuficiencia de infraestructura, los inadecuados hábitos de uso del agua y la inercia de desperdicio en que incurrimos, no existe certeza, salvo en muy determinadas regiones del planeta, de contar con agua segura en los plazos que garanticen las diferentes actividades asociadas al consumo que requiere la sociedad.

Y mientras no seamos resilientes a los factores ambientales externos del cambio climático que impactan la disponibilidad, como son las sequías y los desastres de inundación que, paradójicamente, también trastornan el suministro de agua de calidad, no podremos sobreponernos a dichos eventos en materia de la disposición oportuna del líquido vital para el consumo humano y para la productividad, que mantiene la economía sana en su conjunto.

Y mientras no seamos previsores del crecimiento demográfico que, aunque gradualmente, ha ido disminuyendo en las últimas décadas producto de una mejor educación, planificación, políticas públicas implantadas por los gobiernos y sobre todo por la emancipación de la mujer, la población sigue aumentando con una tendencia que supera la capacidad de satisfacción al 100% de las necesidades mas básicas de agua y alimentos. De modo que la seguridad hídrica se compromete.

En este aspecto, es fundamental la acción interinstitucional del gobierno en sus tres niveles y la incorporación de la sociedad a la toma de decisiones en la planeación del territorio, sobre todo para la regulación y el control ordenado del crecimiento de las ciudades con respeto a la naturaleza para evitar pérdida de ecosistemas que agraven el problema ambiental que ya tenemos, e incidan en un deterioro en la calidad de vida de los habitantes. Garantizar la seguridad hídrica requiere que se respetan áreas de reserva ecológica, cauces y zonas federales de ríos y arroyos.

Pero esto también requiere, de manera central e imprescindible, contar con el marco legal e institucional adecuado, sólidamente integrado, capacitado y equipado con todas las herramientas necesarias en el aspecto técnico, logístico y profesional, que les permita actuar con oportunidad y contundencia ante la defensa de los espacios de la naturaleza, del agua y de su preservación para el uso y goce de las presentes y futuras generaciones. Es una labor de carácter sin duda, social, con procedimientos legales, técnicos y administrativos sin los cuales no es posible garantizar la seguridad hídrica.

Actualmente, con los preocupantes y muy recientes episodios de escasez del agua que han sucedido en diversas regiones muy importantes del país por los grandes conglomerados que los habitan, como son las zonas metropolitanas de Monterrey y de la Ciudad de México, entre otros, nos advierten hoy, más que nunca, que nos encontramos en un punto en que el uso y cuidado del agua y las acciones de preservación del recurso merecen la más alta prioridad de atención de los gobiernos y de la sociedad en su conjunto.

Sin duda, esto se está haciendo en gran medida con las importantes inversiones que se están destinando a 17 grandes proyectos hidráulicos en diversos estados del país, dentro de ellos el estado de Durango, lo que permitirá contar con una mayor infraestructura de almacenamiento y distribución de agua de calidad potable para el uso y consumo humano a un alto porcentaje de la población y también para el uso hidroagrícola en la producción de alimentos para el mercado nacional.

Al mismo tiempo, estaremos mejor preparados como país para tener una mayor seguridad hídrica en las regiones críticas ante los embates de la variabilidad climática que cada año nos han venido asolando con mayor rudeza. Ya ha adelantado el Servicio Meteorológico Nacional que, para este año 2025, se esperan entre tres y cuatro ondas de calor que podrían presentar cifras récord en incremento de temperaturas; sin embargo, por efectos de "La Niña", no se esperan condiciones de sequía extrema en el país.

Finalmente, es importante comentar que falta mucho por hacer en otros rubros para asegurar condiciones de seguridad hídrica en las regiones de estrés hídrico dentro de nuestro país, sobre todo en el norte del territorio, en las grandes capitales ya conocidas y en las zonas de escasez que históricamente se han sobreexplotado.

El tema de la administración de las aguas nacionales es todo un problema muy complejo que afortunadamente hay la intención de este nuevo gobierno federal de abordarlo y reordenar las concesiones para garantizar la equidad en la distribución y darle viabilidad al derecho humano al agua establecido constitucionalmente.

La tecnificación del uso del agua agrícola espera mayor presupuesto para avanzar y en las ciudades el mantenimiento y la renovación de la infraestructura, la ampliación de cobertura y la educación en la población son tareas que requieren ser permanentes para contribuir a la seguridad hídrica.

X: @_jorgenevarez ,

E-mail: jnevarez_01@yahoo.com.mx

Escrito en: OPINIÓN agua, seguridad, hídrica, mayor

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas