
Los topes de gastos de campaña
La gran mayoría de las personas relacionan las campañas electorales con un gran dispendio de dinero y un bombardeo de publicidad; por ejemplo, hay espectaculares, bardas, spots en radio y televisión, marchas, recorridos casa por casa, entrega de utilitarios, folletos, reuniones, en fin, la lista es tan larga como la creatividad humana.
De esta forma, se podría entender que quienes tienen más dinero, tienen más posibilidades de ganar, ya que entregan más publicidad y tienen más exposición mediática, a la vez que tendrían más oportunidad de sociabilizar sus propuestas de campaña y sociabilizar al elector; sin embargo, para que esto no sea así, existen los topes de gasto de campaña, es decir, cada candidatura tiene una cantidad de dinero máximo a gastar.
Además, todo lo que se gasta debe de ser informado y es fiscalizado por el INE; esto es fundamental, ya que, por ejemplo, si una candidatura gana rebasando el tope de gasto de campaña, podría llegar a declararse nula dicha elección. De ahí que los mencionados topes siempre se deban de respetar, ya que hay consecuencias, además de que ayudan a equilibrar la cancha del juego electoral.
Para este proceso electoral, donde en Durango tenemos 2 procesos electorales con reglas muy distintas, el asunto de los topes de gastos de campaña debe de quedar muy claro. Por ejemplo, en el caso de la elección de ayuntamientos, el tope más alto es del municipio de Durango con 28.63 millones de pesos (mdp) y el más bajo es San Pedro del Gallo con poco más de 77 mil pesos.
Sin embargo, a la par, están las elecciones para la renovación de los poderes judiciales, tanto federal como local, y aquí la situación se pone más complicada, no tan solo por la multitud de cargos, sino por las limitaciones tan estrictas sobre lo que pueden hacer. Destacando que en estos casos todo el dinero que se gaste en las campañas es estrictamente del bolsillo de las candidaturas.
Por ejemplo, los cargos nacionales, como el de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, podrían llegar a gastar hasta 1.46 mdp, mientras que alguna candidatura a un juzgado de distrito podría gastar 220 mil pesos. A nivel local, una magistratura puede gastar hasta 305 mil pesos; mientras que alguna candidatura a juzgador podría gastar 152 mil pesos.
Los principales gastos que podrán hacer son la impresión de propaganda en papel, la producción de materiales para redes sociales, cursos de entrenamiento de medios y todo lo relativo a sus traslados y viáticos; mientras que, por el otro lado, no pueden contratar espacios en radio o televisión, espectaculares o bardas; si hacen un evento público, no tendrán que gastar en su organización, no pueden utilizar un vehículo que no sea de su propiedad, hacer perifoneo o utilizar microperforados.
En pocas palabras, como lo hemos visto en algunas campañas de las candidaturas federales, se tendrá que privilegiar la creatividad y originalidad en sus contenidos publicitarios, ya que está sumamente acotado. Estamos a la vuelta de que inicien las campañas electorales; ojalá que cumplan su objetivo y permitan que la ciudadanía tenga más elementos para ejercer un voto razonado e informado.
* El autor de esta colaboración es Consejero del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Durango (IEPC).
X: @omarortegasoria