'Maripositas en el estómago'

¿Me estaré enamorando? ¿Me está empezando a gustar esta persona?... Cuando empiezas a sentir esa sensación inusual de "maripositas en el estómago" esa reacción química que ocurre dentro de nuestro organismo que nos hace sentir nervios, taquicardia, las pupilas se dilatan y la temperatura cambia hasta enrojecernos, es porque dentro de nosotros los neurotransmisores y las hormonas traviesas y sin control provocan que la experiencia se magnifique en nuestro cerebro, y la sensación que tenemos es de exaltación y alegría, todo se ve desde un punto de vista más rosa y optimista, cuando alguien te gusta o cuando alguien te atrae mucho.

Definitivamente enamorarse es una experiencia espiritual, es como una luna de miel, un milagroso y bendito momento de magia. Los corazones se abren, las almas se elevan, es un estado expansivo, con sentimientos de éxtasis amoroso, lleno de una increíble apertura y receptividad, la puerta de acceso a una energía y pasión más elevadas.

Se siente tan bien enamorarse, porque es lo más cercano que se puede llegar a la sensación de ser soberano y completo, sabes que algo necesitas y durante un tiempo, el otro parece rellenar el lugar que falta.

Hay una cosa que todos estamos buscando, una fuerza que le gana al dinero, al poder o incluso a la razón y es el amor, hasta el gran Sigmund Freud afirmó que no dejamos de buscar ese objeto de deseo, aunque algunos lo nieguen...

Hace poco escuche "no vale la pena enamorarse", más bien no vale la pena cerrar tu corazón porque eso te lleva a morir cada día. Son las emociones las que reflejan nuestro mundo interno, nos dan información, nos movilizan a la acción, hablar de emociones es hablar de la vida. Las emociones cuando se integran con la razón nos hacen más sabios, que cuando utilizamos sólo nuestro intelecto.

¡Un aplauso por los que dijeron no me gusta y terminaron juntos y enamorados! ¡Un aplauso a los que accedieron tener una cita! ¡Un aplauso a los que dijeron el amor no es para mí y terminaron cautivados, embelesados, encantados, seducidos, prendados y flechados! ¡Un aplauso a esos que suspiran y se permiten soñar despiertos! ¡Aplauso aquellos que se acuestan en el jardín a mirar el cielo, mientras sueñan con esa persona que les da unos besos muy ricos y unos abrazos confortantes! ...

Cuando algo comienza normalmente no sabes cómo va a acabar, la casa que ibas a vender se convierte en tu hogar, los compañeros de trabajo se convierten en tu familia y la aventura que ibas a olvidar se convierte en el amor de tu vida. Pasamos la vida preocupándonos por el futuro planeándolo, intentando predecirlo, pero el futuro es incierto y cambia constantemente, solo algo es seguro, cuando por fin se revele, el futuro nunca es como lo imaginábamos.

El amor como la vida es fruto de las decisiones, el destino no tiene nada que ver, entiendo que puedo herir susceptibilidades de corazones románticos que les fascina la idea de que no son responsables de enamorarse y que el único responsable es un niño con los ojos vendados llamado Cupido.

Es cierto que, la vida nos junta, pero somos nosotros quienes tenemos la última palabra y por supuesto la decisión. El amor no es solo algo que encontramos en el viaje de la vida, es una elección que hacemos de manera consciente, inteligente y también valiente.

Enamórate de nuevo con la esperanza de que esta vez sea diferente, como quien se arroja al abismo, sin red, sin garantía, como si saltaras con un paracaídas prestado, no sabes si se abrirá, pero al menos sentirás que habrás volado. Elige sueños para decorar tu vida, esperanza para sostenerlos y valentía para afrontarlos.

Porque el amor pertenece a quienes entendieron que no tendrán otra oportunidad...

¿Sabes cómo se cómo se enamoran las personas inteligentes? como unos idiotas...