
¡Me vale!
"I couldn´t care less", declaró el president Trump, al ser cuestionado sobre la preocupación de los consumidores americanos sobre una posible (y casi segura) subida de precios de los vehículos ligeros en su país, derivado de su política arancelaria.
En español; ¡Me vale!, dijo, que al cabo estos aranceles forzarán a quienes quieran un carro a comprarlo manufacturado en los Estados Unidos, ya que los importados estarán más caros, concluyó el mencionado mandatario.
Ah, qué caray. Presumo que los miembros y consejeros de su gabinete parecen haber sido elegidos con el criterio muy popular ahora en Latinoamérica, de 90/10, mucha lealtad y poca preparación y experiencia.
Esos gabinetes ahora parecen gabinetes pero de cocina, que solo sirven para guardar cosas y presumir lo que no son; vaya, como el burro que tocó la flauta.
Solo como ejemplo menciono al secretario de Salud de USA, el Sr. Robert Kennedy, que dice que el sarampión es efecto de una mala dieta, y que hay que inocular a miles de gallinas con el virus aviar, para que después que mueran miles, por causa del virus, seguro quedará alguna viva, y a esa es a la que hay que analizar, y aprovechar su inmunidad, para crear una vacuna. Bueno, ni a Gustavo mi nieto de 9 años, le gustó esa alternativa; realmente se rió y dijo: "Eso solo lo piensa Goofy", y después de haber fumado algo no muy permitido. Lo malo es que son ideas que salen de la "White House", y lo más triste es que probablemente se implementen.
¿No se darán cuenta que el costo de mano de obra de su país es sumamente superior al de nosotros en México?, ¿que sus grandes armadoras GM, Ford, Stellantis, arman sus carros en Canadá y México y que les causará un grave problema en sus cadenas de valor? ¿Que no es tan facil transladar operaciones de una armadora, que según la AMIA, toma hasta 4 años, y que, para entonces, la actual administración ya no estará? Quién sabe. No hay que hacer confianza. Ya hubo serias amenazas de que van por otro periodo presidencial. ¡Ay, nanita!
Por lo pronto el efecto ya es tangible en el valor de las bolsas de valores del mundo; en los EEUU, ha caído hasta en un 10% el índice S&P; ya logró también su país polarizar a sus aliados, que tanto trabajo les costó alinear. Ya se nota la baja de volumen de turismo canadiense que no quiere ir a los USA, y mejor ver las cataratas del Niágara desde el lado canadiense, tomando Blue Moon, una cerveza canadiense, en lugar de una Bud Weiser. Por supuesto que subirán sus precios y disminuirán las alternativas de compra, pero están convencidos de que habrá liberación comercial por fin para los norteamericanos.
Si ya no entendieron con todo lo que ha cedido México, pues no insistamos; amorticemos el trancazo, e impulsemos nuestra alicaída economía, que con estos aranceles nos hará caer en una recesión técnica, si no es que ya estamos, pues llevamos ya dos trimestres con crecimiento negativo, cifra que se confirmará en este mes con datos del Inegi, institución seria, que anda ahora como loquita, haciendo la chamba del Coneval con encuestas de la pobreza por ingreso, que no es lo suyo. Tal parece que nos dificultamos la vida en lugar de enderezarla. Espero que la "Cuaresma arancelaria", que inicia el día 2 de abril, no se prolongue tanto, ni nos deje morir en el desierto.
Escribo esta columna antes de la fatídica fecha llamada "la liberación de América". Ojalá y me equivoque de verdad y se le dé otra patada al bote y se pospongan los tremendos aranceles, aunque lo creo harto dificil. Bueno, aunque la última palabra también depende de cómo le fue al C. Presidente número 47 en la ronda de golf del domingo en Florida, que, según mis fuentes, tiró el par de campo y se le vió muy contento.
Me procupa que el Sr, Trump se trate de piratear a André Jardine, el entrenador del América, para que le diga cómo ganarles a todos, y tengamos que elegir a otro técnico en la boleta de la elección judicial.
Ánimo.