Paulina Valles se expone así misma

Paulina Valles lo logró. Después de dudar durante varios días y en distintas ocasiones si debería o no exponer sus obras, finalmente siguió el plan e inauguró su muestra "333 millones" en el Museo de Arte Moderno "Guillermo Ceniceros".

En días pasados, la artista duranguense dijo en entrevista que esta exposición era una de las más importantes en su vida, pues en ella se resumen todos los años de trabajo, por lo que se puede ver su evolución y crecimiento pictórico.

"333 millones" se instaló en toda la planta baja del recinto, precisamente por ser una vasta colección, con obras en pequeño y gran formato pero también con algunas intervenciones que, en palabras de la propia artista, la volvieron loca.

"Ya lloré en cada rincón de este museo", dijo en la inauguración ante un gran número de personas, entre familiares, amigos y visitantes del Ceniceros. "Ya aquí todos los del museo me conocieron cómo soy, y quiero darles las gracias por aguantarme, no saben cuántas veces estuve a punto de cancelar esta exposición pero aquí estamos", añadió.

MUSEO LLENO DE PAULINOS

Tras su intervención Paulina dejó pasar a todos sus invitados para que observaran su trabajo, el cual destaca por varias razones.

La primera de ellas es la curaduría, pues la selección de las obras permitió conocer a Paulina de principio a fin. Luego está la museografía, que requirió gran parte del recinto y en la que la artista pudo jugar con todos los elementos y con cada espacio. Y finalmente el interés de romper con ese proceso del visitante, pues en esta ocasión se habilitaron distintos asientos para que los espectadores pudieran quedarse a observar detenidamente.

Además es una exposición bastante "instagrameable", pues las distintas intervenciones que involucran graffiti y textos breves con fotografías y recortes, así como las obras (el mayor elemento), crean un cuadro por sí solo que es digno de capturar.

COLORES Y FORMAS

Los Paulinos, esos personajes que crea Valles en cada una de sus obras, se ven por todas las salas del Ceniceros. En diferentes colores y formas, cada uno de ellos refleja un momento exacto de la vida de la creadora.

Algunos más oscuros que otros, ofrecen una mirada de quién es ella, de lo que intentaba "escupir" cuando los pintó y de qué estaba sucediendo en ese instante.

Pero también en "333 millones" se puede ver la capacidad que tiene ella para escribir, para dejar salir aquello que vive, por lo que las palabras son otra constante en la muestra.

Así, nada se interpreta por sí solo aquí, es quien lo observa el encargado de hacerlo, pues lo abstracto y figurativo que son cada obra, invitan a encontrarle el sentido o no, a cada pieza.

"333 millones" estará expuesta por al menos un mes en el Museo Ceniceros, ubicado en calle Aquiles Serdan no. 1225, en la zona centro de Durango.