Plan México: contradicciones y buenos deseos
Resulta difícil encontrar fallas o puntos flacos en el denominado Plan México, que dio a conocer la presidenta Sheinbaum el pasado lunes en el Museo de Antropología e Historia, en la CDMX. Será la carta de navegación de la actual administración federal para el tema de atracción de inversiones, de crecimiento económico, industrialización y bienestar para la población. Sin embargo, en nada contribuye a generar la confianza perdida ante la eventual desaparición de la autonomía del poder judicial.
Como parte de la estrategia para hacer frente ante la llegada al poder de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y las amenazas ya conocidas de implementación de aranceles a productos mexicanos, y de la deportación masiva de inmigrantes ilegales, el equipo de Claudia Sheinbaum en coordinación con el llamado Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de empresas, encabezado por Altagracia Gómez, trabajaron en este documento que busca, principalmente, atraer las inversiones a México, de manera regional y aprovechando las ventajas comparativas de cada región. Es una respuesta para buscar aprovechar el "nearshoring". Plantea la creación de 100 parques industriales. El objetivo es llevar a la economía mexicana a un crecimiento de 2.5% anual, con base en cadenas productivas.
Sin embargo, algunos indicadores señalan un escenario complejo que hará en cuesta arriba se consigan las metas que se ha fijado el llamado Plan México. Algunos analistas encuestados por Citi México, por ejemplo, bajaron sus expectativas de crecimiento del PIB para este año a solo el 1%. Además, la pérdida en diciembre de casi 405 mil empleos, la mayor en los últimos 10 años, da muestra de la desaceleración económica actual. Sumado a esto, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció solo 1.3% en el acumulado enero-noviembre de 2024, lo que indica, entre otras cosas, que no se reflejan los supuestos beneficios del "nearshoring". Al contrario, se fortalece la tesis de que la relocalización es como el "Chupacabras" en los noventa: Todos hablan de él, pero nadie lo ha visto aún.
Quien fuera gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martinez, alertó, en el marco del Seminario sobre Perspectivas Económicas, organizado por el ITAM, sobre una posible baja en la calificación de la deuda soberana así como en la calificación crediticia de México y puso énfasis en lo contradictorio del actuar de la presidenta Sheinbaum quien, además de buscar una mayor inversión privada, por el otro lado aprueba reformas constitucionales de su antecesor que generan incertidumbre y ahuyentan la inversión.
Otro contrasentido del plan es el que se busca apoyar a las mipymes para que puedan tener financiamiento al menos un 30% del universo de micros y pequeñas empresas. Sin embargo, se estima que de las cerca de 5 millones de mipymes, el 85% son microempresas informales que no tienen manera de demostrar sus ingresos.
El gobierno federal y los gobiernos estatales tendrán que implementar políticas públicas orientadas a fomentar la formalidad entre las mipymes, algo complicado si como se sabe son parte de las clientelas electorales del oficialismo.
Ojalá el trabajo coordinado del gobierno y la iniciativa privada haga que el Plan por México opere y funcione para alcanzar las metas que se han planteado. Que no se quede solo como un catálogo de buenas intenciones, que como se sabe de eso es de lo que está pavimentado el camino al infierno.