Pulida claridad de piedra diáfana,
Lisa frente de estatua sin memoria:
Cielo de invierno, espacio reflejado
En otro más profundo y más vacío.
El mar respira apenas, brilla apenas.
Se ha parado la luz entre los árboles,
Ejército dormido. Los despierta
El viento con banderas de follajes.
Nace del mar, asalta la colina,
Oleaje sin cuerpo que revienta
Contra los eucaliptos amarillos
Y se derrama en ecos por el llano.
El día abre los ojos y penetra
En una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está lleno de pájaros el mundo.
Octavio Paz
(1914-1998)
DO?A PRIMAVERA
Viste que es primor,
Viste en limonero
Y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
Unas anchas hojas,
Y por caravanas
Unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
Por esos caminos.
¡Va loca de soles
Y loca de trinos!
Doña Primavera
De aliento fecundo,
Se ríe de todas
Las penas del mundo...
No cree al que le hable
De las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
Entre los jazmines?
¿Cómo va a encontralas
Junto de las fuentes
De espejos dorados
Y cantos ardientes?
De la tierra enferma
En las pardas grietas,
Enciende rosales
De rojas piruetas.
Pone sus encajes,
Prende sus verduras,
En la piedra triste
De las sepulturas...
Doña Primavera
De manos gloriosas,
Haz que por la vida
Derramemos rosas:
Rosas de alegría,
Rosas de perdón,
Rosas de cariño,
Y de exultación.
Gabriela Mistral
(1889-1957)