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Tres viejos conocidos por la alcaldía de Durango

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Tres viejos conocidos  por la alcaldía de Durango

Tres viejos conocidos por la alcaldía de Durango

VÍCTOR MONTENEGRO

De acuerdo al preámbulo electoral y cada vez entrados más en la carrera sucesoria, el panorama para Durango capital se perfila principalmente con tres figuras de sobra conocidas, las que buscan conducir nuevamente los destinos del municipio: José Antonio Ochoa Rodríguez (PRI-PAN), José Ramón Enríquez Herrera (Morena, PT y Partido Verde) y Jorge Salum del Palacio (Movimiento Ciudadano).

Tres nombres que para nada no son nuevos en el escenario político local y que, de ahí en más, no se percibe a otro aspirante que pueda dar la competencia. Entre ellos tres protagonizarán una elección inédita, pues participarán en una contienda marcada por la experiencia acumulada, pero también por los retos que enfrentaron en sus respectivas administraciones.

En primera instancia está Toño Ochoa, actual presidente municipal que busca reelegirse bajo la candidatura común respaldada por los partidos PRI y PAN. Durante su gestión, el panista ha apostado por la promoción de obra pública, programas sociales y seguridad pero sobre todo con el estandarte del presupuesto participativo, con resultados variados que no han estado exentos de críticas.

Por un lado, la administración de Ochoa Rodríguez ha sido muy cuestionada por algunos sectores de la sociedad debido a problemas persistentes, como el estado de las calles, delitos del fuero común y la falta de transparencia en ciertos proyectos, aunque sus seguidores destacan avances en la gestión de recursos y su cercanía con la ciudadanía.

En contraste, vuelve el siempre polémico José Ramón Enríquez, quien ya ocupó la presidencia municipal bajo las siglas del PAN y ahora busca regresar al cargo, por fin de la mano de Morena y sus aliados. Sin embargo, el oftalmólogo fue más reconocido por su estilo de liderazgo mediático que por el impulso durante su administración en obras tangibles.

La gestión del doctor Enríquez fue controvertida debido a señalamientos de opacidad, sobrecostos en proyectos como el tema de las luminarias, así como conflictos con el Cabildo y el gobierno estatal en turno. Ahora, su oferta es consolidar en Durango el proyecto de la Cuarta Transformación, con la promesa de atender los rezagos sociales de una manera distinta.

Por último está el expanista Jorge Salum, quien regresa al escenario político-electoral, esta vez bajo el cobijo del partido Movimiento Ciudadano. Durante su cargo, ganado bajo las siglas del Partido Acción Nacional, se enfrentó a un contexto de severa crisis financiera y un serio desorden administrativo heredado de su antecesor, José Ramón Enríquez, lo que limitó su margen de acción.

Pese a toda contrariedad económica a la que se sumaron también recortes presupuestales federales, la gestión de Salum destacó por priorizar finanzas sanas y fortalecer los servicios públicos básicos, aunque su estilo de trabajo más discreto no siempre conectó con un electorado acostumbrado a liderazgos más visibles.

Finalmente, el trío de contendientes plantea un escenario interesante para el electorado. Y es que, por un lado, se tiene la oportunidad de evaluar no solo promesas de campaña, sino los hechos concretos que cada uno dejó en sus anteriores administraciones. Por otro, la competencia expone un desgaste de los partidos, con figuras que ahora migran o fusionan siglas, lo que puede acentuar el desencanto ciudadano por el juego de conveniencias personales más que de proyectos colectivos.

EN LA BALANZA.- La propuesta de realizar pruebas antidoping a funcionarios municipales de Durango exhibe tensiones sobre los límites de la transparencia y los derechos individuales. Si bien iniciativas como esta podrían legitimar a los servidores públicos y garantizar su profesionalismo, es fundamental que cualquier medida de este tipo se aplique bajo un marco legal que respete los derechos humanos. Más allá del debate, el verdadero reto radica en que la transparencia no se limite a un acto simbólico, sino que sea acompañada por políticas integrales que demuestren un compromiso real con la rendición de cuentas y el servicio público ético.

X: @Vic_Montenegro

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES bajo, José, Durango, transparencia

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