Los miles de peregrinos que el viernes creyeron emular en Jerusalén el camino de Jesús hacia la crucifixión, Viacrucis, debían haber empezado en realidad su recorrido en un aparcamiento cerca del Muro de las Lamentaciones, según un arqueólogo israelí.
El Viacrucis, formado por catorce estaciones, comienza en una escuela musulmana donde se sitúa la destruida Fortaleza Antonia, en la Vía Dolorosa, y concluye en el Santo Sepulcro, todo ello en la antigua ciudadela amurallada de Jerusalén.
Libro
En su libro The Final Days of Jesus (Los últimos días de Jesús), del que da cuenta el diario Haaretz, el investigador israelí Simón Gibson defiende haber identificado el auténtico lugar donde Jesús fue juzgado y condenado a muerte, que debería ser la primera escala del Viacrucis.
Ese empedrado donde los procuradores romanos efectuaban los juicios se encontraría en lo que ahora es un aparcamiento al aire libre al final del barrio armenio de la ciudad vieja, cerca del Muro de las Lamentaciones, cree Gibson, del Instituto Albright de Jerusalén.
De allí, según el estudioso, la verdadera Vía Dolorosa proseguiría hacia el Gólgota, donde se alza en la actualidad el Santo Sepulcro, lugar de la muerte y posterior resurrección de Jesucristo.
El arqueólogo defiende que el error sobre la verdadera ubicación de la Vía Dolorosa proviene de la presencia cruzada en la ciudad (1099-1173), que supuso la masacre de numerosos musulmanes, judíos y cristianos ortodoxos, que borró tradiciones centenarias.