A 100 años del Santo
El nombre de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo ‘El Enmascarado de Plata’, es de nueva cuenta fenómeno mediático con el pretexto del centenario de su nacimiento, seguramente, los fans lo recordarán con alguna de sus películas; otros, leyendo tesis, libros y estudios que tejieron esta leyenda netamente mexicana.
Notimex se une con una serie de entrevistas a familiares de este héroe del cómic y del cine nacional; a personas que lo conocieron en vida y que relatan su calidad humana.
Para aquellos que no lo saben, El Santo no sólo fue motivador de emociones al máximo por sus aventuras fílmicas sino objeto de estudio como lo sustenta Álvaro Fernández, quien lo hizo motivo de su tesis. Años más tarde, en 2012, se convirtió en una edición del Colegio de Michoacán.
Por ahí de 2004 Cartoon Network transmitió ‘El Santo contra los clones’, una serie breve de episodios cortos animados en los que ‘El Enmascarado de Plata’ nos defendía contra seres monstruosos.
Los críticos Raúl Criollo, José Xavier Návar y Rafael Aviña lo hacen suyo a través de la investigación ‘Quiero ver sangre, historia ilustrada del cine de luchadores’ con el apoyo de la UNAM todo un banquete de anécdotas narradas en con humor muy al estilo de quienes hicieron posible esa aventura periodística.
Para aquellos que aún no nacían vale la pena recordar la memorable entrevista de Jacobo Zabludovsky, en enero de 1984, cuando en televisión a nivel nacional descubrió por primera vez su rostro, causando un ‘shock’ en el colectivo mexicano.
Rodolfo Guzmán Huerta nació el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, y se desempeñó como luchador profesional de 1942 a 1982, periodo en el cual jamás perdió su máscara. El 5 de febrero de 1984 murió de un infarto al miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita.
Al día siguiente fue sepultado en Mausoleos del Ángel, ante una multitud que se dio cita, así como un grupo de luchadores, entre ellos Black Shadow y Blue Demon, quienes cargaron el ataúd con sus restos.