1782: Da su primer respiro Niccolò Paganini, músico reconocido por su dominio del violín
El músico que ejecutaba de formas poco convencionales su violín favorito Guarnerius, con tres, dos e incluso una cuerda, de tal forma que parecían ser varios violines, fue Niccolò Paganini, músico virtuoso del que se cumplen 235 años del aniversario de su natalicio.
Paganini fue un genio inigualable que impactaba a todo aquél que llegó a escucharlo, era muy admirado por sus perfectas y originales ejecuciones, según se menciona dentro del portal fusionalternativa.com.
Niccolò Paganini Bocciardo nació el 27 de octubre de 1782 en Génova, Italia. Su padre, Antonio, se dedicaba al comercio marítimo y, además, era violinista, de tal modo que Niccolò comenzó su aprendizaje musical con la mandolina, instrumento que tocó desde los cinco años.
Así se dieron cuenta que tenía los dedos y los brazos mas largos de lo normal, y desde los siete años empezó a tocar el violín, pues podía abarcar más espacios en las cuerdas. Con tan solo nueve años dio su primer concierto con una composición original, según menciona el portal de una enciclopedia en línea.
En 1801 compuso más de 20 obras en las que combinó la guitarra con otros instrumentos. De 1805 a 1813 dirigió en la corte de Maria Anna Elisa Bacciocchi, princesa de Lucca y Piombino y hermana de Napoleón.
Niccolò realizó una gira por varias ciudades de Lombardía a los 13 años y hasta 1813 todavía no se le consideraba un virtuoso.
Entre sus mejores maestros estuvieron Giovanni Servetto y Alessandro Rolla, quien al escucharlo dijo que no tenía nada que enseñarle.
Niccolò desarrollo un carácter aventurero y apasionado, por lo que decidió comenzar sus giras por su cuenta. En 1827 realizó el primer concierto importante de su carrera, que fue compuesto por él con técnicas novedosas y se llevó a cabo en Nápoles, anota sites.google.com.
En 1828, su éxito y su talento lo llevaron a Viena, lugar donde dio 14 conciertos, lo que significó un parte aguas en su carrera, más tarde también visitó París y Londres. Conoció al pianista y compositor húngaro Franz Liszt.
Liszt, fascinado por la técnica de Paganini, le desarrolló un correlato pianístico inspirado en lo que había hecho con el violín. Entre 1829 y 1831 conoció a Goethe, Heine y Shumann, creadores en los que logró influir enormemente.
Su fama creció tanto que los boletos eran demasiado caros, lo que generó descontento ya que muchos lo querían ver no solo por ser un virtuoso sino por observar su peculiar conformación física, que le permitió interpretar de un modo distinto las piezas musicales en su violín.
En 1833, por encargo de Héctor Berlioz, compuso un concierto para viola y orquesta, mismo que el compositor francés incluyó en Harold en Italia, pero Paganini nunca la interpretó. Renunció a las giras en 1834. Además fue tutor del violinista Antonio Bazzini, a quien motivó para iniciarse.
Su técnica era tan asombrosa que se pensó que existía algún influjo diabólico sobre él, debido a su extraña apariencia y adelantos musicales, que eran una verdadera obra de arte. Entre sus apuntes aparecía una "nota 13", de gran dificultad con una de las cuatro cuerdas del violín.
Paganini, en la mayoría de sus espectáculos, usaba la improvisación. Su arte era muy cercano al mundo del espectáculo. Sus obras incluyen 24 caprichos para violín solo (1801-1807), seis conciertos y varias sonatas. Además, 200 piezas que involucraba de alguna manera a la guitarra.
Se casó con la bailarina Antonia Bianchi, con quien se fue a vivir y tuvo a su hijo, Aquiles. Paganini tenía varias enfermedades serias que empezaron a desarrollarse gravemente cuando tenía 38 años.
Llegó a poseer cinco violines Stradivarius, dos Amati y un Guarnerius, su violín favorito, llamado “Il Cannone”. Sus obras más importantes son: los conciertos para violín números uno y tres en Re Mayor, Opus 6, el Concierto No. 2 en Si Menor Opus 7, La campanella.
Su salud se fue deteriorando por un cáncer de laringe que le hizo perder la voz a pasos agigantados y por el “calomel”, un laxante de mercurio que tomaba por recomendación médica para tratar la sífilis. Sus ánimos bajaron y se le veía muy envejecido.
En 1830 le empezó una disfonía, por lo que en 1838 se quedó completamente mudo. Finalmente, murió en Niza, Francia, el 27 de mayo de 1840. Más tarde se supuso que padecía el síndrome de Marfán, un trastorno hereditario que se manifiesta en problemas cardiovasculares, oculares y óseos.
Un obispo le negó su entierro a causa de los rumores sobre Paganini y el diablo, su cuerpo fue embalsamado durante dos meses y durante un año fue depositado en el sótano de la casa de su hijo hasta ser enterrado en el lazareto de Villefranche. En 1876 sus restos fueron llevados a Parma.