Inquietan 'superdelegados' de López Obrador
Los "superdelegados" federales que propuso crear el presidente electo Andrés Manuel López Obrador en cada uno de los estados de la República, han generado dudas, incertidumbre y hasta inquietud en las entidades federativas, y pudieran convertirse en un foco de tensión entre los niveles federal y estatal de gobierno.
La primera señal clara de incertidumbre se trasmitió en la reunión que tuvo López Obrador con los gobernadores en el Colegio de Ingenieros, el pasado 27 de agosto. Allí, los 14 mandatarios estatales priistas alzaron la voz para advertirle al próximo presidente que "el pacto federal no reconoce autoridades intermedias".
En un documento leído entonces por Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, los priistas se asumieron como "defensores del federalismo republicano", entendido como "la coordinación entre órdenes de gobierno en favor de la ciudadanía, en el contexto del respeto estricto a la soberanía estatal, como lo mandata la Constitución".
"A los gobernadores les preocupa sobre todo la operación política de estos delegados y por eso le propusieron nombrar a personas que no tuvieran presencia política en sus entidades", dijo una fuente que asistió a la reunión.
Al respecto, Guillermo Miguel Cejudo, secretario académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y experto en temas de federalismo, considera que la duda de los gobernadores es razonable, pero aclara que los delegados de López Obrador no contradicen el pacto federal ni el diseño constitucional, puesto que la figura es simplemente administrativa.
No obstante, advierte que sí hay un defecto en estas figuras, en términos de la operación del modelo de descentralización que se ha construido en México en las últimas dos décadas.
"Independientemente de cómo están repartidas las atribuciones entre los tres ámbitos de gobierno (federal, estatal y municipal), desde hace 20 años hay muchas responsabilidades compartidas entre los tres órdenes, en materia educativa, de salud, en el ejercicio de recursos federales y de programas sociales", comenta el especialista.
Este diseño implica un triple papel de los delegados en los estados, explica. Unos cumplen funciones administrativas, otros de gestión directa y unos más incluso tienen tareas políticas y de negociación. La pregunta es si los delegados nombrados por López Obrador podrán cumplir estas tres tareas, se cuestiona Cejudo.
"La cadena de mando es algo que deberán resolver y deberá ser explícita para no generar ambigüedad sobre a quién responden los funcionarios adscritos a la delegación, pero encargados de ejecutar programas de distintas dependencias", explica.
Poco después de su triunfo electoral, el presidente electo anunció la concentración de las distintas delegaciones federales que hay que en cada uno de los estados en una sola "superdelegación" para cada entidad. En el caso de Coahuila, se nombró a Reyes Flores Hurtado, y en el caso de Durango, a Enrique Novelo.